jueves, 21 de octubre de 2010

Hambre por la injusticia

Hace unos días mi compañera, licenciada en Psicología, me dijo que en Periodismo es fundamental el saber cómo tratar a la gente, cómo acercarse a ellos y sacar esa información a través de la empatía. Y después de la situación de hoy ,lo tengo incluso más claro que ayer.

Por trabajos de clase tengo que redactar una noticia de un suceso de aquí al martes. A mi sorpresa, ayer bajé al centro de Elche y me encontré en la puerta del ayuntamiento pancartas manifestando una huelga de hambre. Me acerqué en un arranque de curiosidad, de mirar con los ojos de ver noticia y encontré un dolor plasmado en letras que me dejó de capa caída. Una familia decide hacer huelga de hambre por la custodia de sus sobrinos/hijos/nietos, que presuntamente reciben malos tratos. Al ver las pancartas no dudé en pedirles que me comentasen el tema, que me informasen de qué estaba pasando. Hoy, tras buscar informaciones en diferentes periódicos locales, con la sorpresa de que la competencia usó la misma información de copia y pega, he bajado con la grabadora en mano y la cámara de fotos.

Todo empezó en 2008, cuando empezó la denuncia al padre de los niños de 3 y 8 años, que fue echada a un lado por "falta de credibilidad" y de pruebas. La familia tiene 5 peritos de la madre por parte de psicólogos diciendo que no hay anomalías mentales y que está capacitada para cuidar de sus hijos. Tras esto, según dice la abuela de los niños, éstos no querían ver a su padre por miedo. El tema terminó con la retirada de la custodia a la madre por la negación voluntaria, según afirman, de los niños a ir con su padre y su actual novia; todo esto a pesar de que en la falta del cumplimiento de la última visita acordada, la policía fue testigo de la negación de los niños y no los llevó con su padre.
Llevan desde el 1 de Septiembre sin verlos, y desde el día 8 de Septiembre manifestándose en la puerta del Ayuntamiento de Elche. Sus palabras y sus innumerables pruebas dejan ver el dolor de una familia a la que le han quitado una parte de lo que antes era su vida. Que lleva marcadas en la mente las heridas, según dicen, de quemaduras y cortes en la piel de los pequeños, y que el Punto de Encuentro Familiar ilicitano (que por cierto, lleva una semana cerrado por " haber perdido la confianza de los padres y que los niños ya no tienen intimidad" tras este suceso), pasó por alto favoreciendo al supuesto maltratador.

Tras esta información se abre un doble debate:

1. La familia afirma estar muy quemada por los periodistas, ya que sólo han querido acudir a cubrir la información dos periódicos locales (de los que por cierto podéis buscar información en Internet sobre el tema) que han publicado exactamente la misma información. Dice que la televisión no ha mostrado por le momento interés por el tema. ¿Dónde está el conocido España Directo? o tantos otros programas nacionales que acuden a "todos los lugares" y que están de moda; das una patada y salen 20 a todos los niveles.  Sienten que los periodistas no les han escuchado. Volvemos al tema de la falta de empatía. ¿Realmente esos periodistas se han implicado en el tema en condiciones?

2. La Justicia, de fácil compra y lo menos justa posible. Además, nunca entenderé porqué hay personas que sienten la autoridad de marcar la vida de sus hijos de esa manera. Eso no es querer... es ser un monstruo...


Y aquí dejo mi entrada de hoy... Nos leemos pronto

1 comentario:

  1. Me acordé de ti al leer esto: http://goo.gl/4UIv Visitaré tu blog!

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